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Se pueden encontrar en cascadas y manantiales. Tienen hermosas voces, son descritas como pálidas, con cabello azul, verde o negro, y agua en sus venas. Se dice que del único modo que las Ondinas obtenían un alma era casándose con un humano y dando a luz a su hijo. Dicho esto debemos tener claro que muchas de ellas trataron de concebir con un humano, pero hay una historia en específico que me llama mucho la atención puesto que de ella se deriva el nombre de una enfermedad respiratoria llamada: La Maldición de la Ondina.
"…Un apuesto caballero se enamoró de una ondina y ella obviamente tenía razones de más para consentir dichos cortejos, así que se casaron. Cuando intercambiaron votos el le dijo a ella: “Cada uno de mis alientos al despertar serán mi compromiso de fidelidad y amor para ti”. Un año después la ondina daba a luz al hijo del apuesto caballero ganándose en el acto su alma mortal. Pero desde ese momento la ondina comenzó a envejecer y su hermosura a disminuir, su marido comenzó a perder interés en ella. Una tarde la ondina paseaba por los establos cuando escuchó los ronquidos de su esposo, entró y halló a su marido yaciendo en los brazos de otra mujer. Ella lo apuntó con su dedo, acción que el sintió como una patada, despertando en el acto y ella pronunció una maldición: “Juraste fidelidad hacia mi con cada uno de tus alientos al despertar. Y lo acepté, entonces que así sea. Mientras estés despierto podrás tener tu aliento pero cuando duermas te será negado y morirás…”
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